Persecución a la Nueva Medicina

El Mobbing contra Ryke Geerd Hamer
es un Mobbing contra la Humanidad.
Cuando yo era un pre adolescente aún, mi padre, quien fue un excelente narrador de noticias durante más de treinta años, decía en el noticiero de una radio emisora local de Maracaibo (Zulia-Venezuela), sin miedo y sin pelos en la lengua: "Si algún día alguien se inventa un producto que elimine la barba para siempre, la gente de la Gillette se compra o se apropia, por cualquier medio, la fórmula tumba pelos y la entierra en el fondo del mar, para garantizar que no se acabe nunca el gran negocio de la hojilla de afeitar".
Mi padre no era economista, ni administrador de empresas, ni corredor de bolsa, ni siquiera fue un hombre de negocios, pero tantos años en su profesión de narrador de noticias, en la radio, fueron desarrollando su olfato, lo suficiente, como para permitirle oler a lo lejos el tufo que emana del mundo de los grandes negocios nacionales, binacionales, multinacionales, transnacionales y globales.

"Para mercadear algunos productos, las corporaciones son capaces de explotar, sin escrúpulos, las necesidades de la gente" -nos decía-, con la suspicacia de quienes siempre votan en contra del Gobierno de turno.

No existe ningún elemento probatorio para afirmar que la gente de la Gillette sea capaz actualmente, vaya a ser capaz en el futuro o haya sido capaz en el pasado, de interponerse al avance científico. Es más, creo que para mi padre esa afirmación era solo un decir que le permitía sintetizar sus creencias anti capitalismo salvaje. Porque lo que si se puede afirmar, con o sin pruebas, es el oportunismo de aquellos capitalistas que no son concientes de su compromiso social con los consumidores y usuarios de sus productos y servicios.   
Del tiempo de mis padres a la época de mis nietos
En estos tiempos de la Internet las cosas son más fáciles que en los tiempos de mis padres, ahora, ese tipo de informaciones las tenemos en la punta de la nariz, de un clic las vemos con nuestros propios ojos, sin que las puedan ocultar del todo. Mi generación, las generaciones de mis hijos y las generaciones de mis nietos tenemos más información al alcance de la mano. 

Antes del año 1981 millones de enfermos perdieron la vida porque la ciencia médica no sabía como curarlos
Durante los últimos veintiséis años murieron varias decenas de millones de personas, a causa de enfermedades "académica", "científica", "legal" e "inevitablemente" incurables, como: cáncer, sida, leucemia, infartos y muchas otras.

Antes del último cuarto de siglo habríamos pensado que se trataba de una tragedia mundial realmente inevitable,
porque la humanidad no contaba con el conocimiento suficiente para salvar a toda esa gente.

Después de 1981 millones de enfermos murieron y otros seguirán muriendo porque la medicina "legal" no quiere que se sepa como curarlos con la Nueva Medicina de Hamer
En el año 1981 el médico alemán Dr. Ryke Geerd Hamer dio a conocer la Ley de Hierro del Cáncer y otras leyes biológicas, un descubrimiento suyo de una nueva medicina con todo el potencial necesario para modificar el historial de las muertes naturales hasta entonces inevitables, que pudo haber salvado muchas vidas en los últimos veintiséis años si los intereses de los "vivos" no se hubiesen interpuesto.
La gillette de la salud entierra la Nueva Medicina
Si usted navega en la página independiente de noticias
"Free-News" podrá darse cuenta, a primera vista, que la gillette de la salud enterró Las Cinco Leyes Biológicas de la Nueva Medicina del Dr. Ryke Geerd Hamer, con lo cual se provocó un holocausto de origen académico, científico, legal y económico que ha pasado desapercibido, para la mayoría de los líderes políticos y de los medios de comunicación, a pesar de haber enlutado innecesariamente a millones de familias en el mundo.

Lea: Free-News.org

En la gillette de la salud no están dispuestos a aceptar que existe un proceso biológico natural de auto sanación del enfermo, ni quieren tolerar que los médicos dejen los fármacos, instrumentos y máquinas hostiles a la mente y al cuerpo, por una nueva medicina más conveniente para la humanidad, porque simple, llana y económicamente hablandono le conviene a las grandes corporaciones privadas de la salud.

Lea: Las Cinco Leyes Biológicas

En la Nueva Medicina del Dr. Hamer los médicos prescinden de las terapias invasivas y penetran en el conocimiento profundo de la sagrada integridad
psicobiológica alma-personalidad-cuerpo, de sus pacientes, para ayudarles a determinar la naturaleza de sus conflictos biológicos y orientar sus caminos hacia la auto curación plena, sin mermas corporales aberrantes ni muertes innecesarias, sin torturas psicológicas ni ruinas familiares desoladoras.
Tienen licencia para dejarnos morir y nos prefieren muertos que curados con la Nueva Medicina del Dr. Ryke Geerd Hamer. 
A la gillette de la salud le disgusta el valor solidario de la Nueva Medicina. Durante más de un cuarto de siglo se conformó un poderoso mobbing científico que ha perseguido Las Cinco Leyes Biológicas de Hamer para proteger las tarifas de sus costosos productos invasivos y hostiles, desatando un holocausto de proporciones nunca vistas, ni siquiera en las guerras mundiales. Las bombas atómicas han causado menos daños que esta inmolación masiva, la cual ha hecho desaparecer, de "muerte natural", a millones de personas quienes pudieron haber salvado su vida con la Nueva Medicina Germánica.

Desde el mismo primer momento cuando el Dr. Hamer anunció sus descubrimientos, los cuales se iniciaron con la Le
y de Hierro del Cáncer, la gillette de la salud persiguió a este insigne médico. Antes que someter a una investigación imparcial sus descubrimientos científicos, se le presionó para obligarlo a retractarse, hasta llevarlo a la cárcel bajo la comisión de presuntas ilegalidades que nunca han podido sostener por mucho tiempo.

Lea: La Ley de Hierro del Cáncer

Al perseguir injustamente a Hamer, la gillette de la salud no solo violó los derechos de este médico, extendió el mobbing científico hasta impedir que los enfermos "incurables", sentenciados a muerte por la medicina convencional, pudieran tener acceso a la alternativa médica propuesta por Hamer.

El mobbing científico anti Hamer también arrasó con el derecho a vivir y con el derecho a la salud que tenemos todos los ciudadanos del mundo. Se nos negó la oportunidad de investigar imparcialmente la validez de Las Cinco Leyes Biológicas de la Nueva Medicina propuesta por Hamer y también se nos negó la posibilidad de poner en práctica esos valiosos descubrimientos.

Lea: La Nueva Medicina Gernánica

Lo grave en todo este embrollo, ya pseudo académico ya pseudo científico, pero real y auténticamente económico, es que el Dr. Hamer planteó las leyes para sustentar una nueva medicina capaz de salvar la vida de casi el cien por ciento de los enfermos que mueren de cáncer y otras enfermedades.

Lea: Condenado en Francia por no retractarse

Es decir:
con sus leyes biológicas, Hamer solo propuso salvar la vida de la gente que hasta ahora lo único que ha tenido seguro y garantizado por la ciencia es la muerte. Esta única razón basta y sobra para evaluar imparcialmente la probabilidad de usar oficialmente la Nueva Medicina Germánica.

Lea: La Nueva Medicina en Muchos Hospitales

Cuando la gente de todo el mundo conozca la Nueva Medicina de Hamer recuperaremos nuestro sagrado derecho a auto sanar del cáncer, del sida y de todas las enfermedades naturales, como todavía lo hacen el ochenta o noventa por ciento de los animales silvestres, por obra y gracia de la sabia naturaleza.

El negocio de la Gillete nunca se acabará porque algún químico osado se atreva a inventar un producto tumba pelos, pero el imperio de la hojilla si se derrumbaría, inevitablemente, cuando todos usemos barba.

Cada día más personas navegamos libres en Internet, alejándonos cada vez más de las turbulentas aguas del mar de la ignorancia, para sumergirnos en el conocimiento profundo de la verdad. Mientras navegamos, entre verdad y verdad sobre la Nueva Medicina, nos crecerá la barba del saber y la gillette de la salud se estremecerá ...y cederán sus cimientos.


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